7/6/20

UN COMERCIO LEGENDARIO - EL BAZAR ROLANDO




UN COMERCIO LEGENDARIO  -  EL BAZAR ROLANDO 
                                                       Crónicas de Atlántida por Wilson Mesa

Los atlantidenses más memoriosos recordarán, posiblemente, un comercio que fue muy popular en las décadas del cincuenta y sesenta: el Bazar de Rolando Campomori.
Este comercio tuvo un origen muy singular, porque empezó siendo –en el mismo lugar- un quiosco con techo de paja y varias ventanillas alrededor que se levantaban cuando estaba abierto al público, tal como se puede ver en una de las fotografías que acompañan este texto.
Ese quiosco estaba ubicado en el cruce de la Calle 1 (Natalio Michelizzi) y Calle 14 (Roger Balet), exactamente la esquina donde ahora se encuentra la sucursal del BROU.
Tengamos en cuenta que el lugar no era lo que es hoy, sino que se trataba de un solar grande delimitado por eucaliptos “cascarudos”, alguno de los cuales aún sobrevive en el costado del Banco que da a la Calle 1.
En la acera de enfrente, en los primeros tiempos, estaban los fondos del “Atlántida Hotel” con sus canchas. Pero luego se estableció en esa esquina el “Motel Paola”, propiedad de Bonaldi
Por la Calle 14 (Roger Balet), después del Bazar Rolando, donde ahora está el edificio y la Torre de ANTEL, había una entrada para los galpones de UTE que se unían por atrás –formando una L-, a la parte de las oficinas que estaban por la Calle 1.

Siguiendo por la Calle 14 encontramos funcionando al hotel “Las Margaritas”, actual sede del Municipio de Atlántida.
Dos cuadras más allá de la Iglesia, la Escuela Nº 146 recibía a sus alumnos en un edificio con techo de quincha.
Y por el lado de la Calle 1 (Natalio Michelizzi), a continuación del Bazar Rolando estaba el comercio de Manolo Dos Santos, al cual le llamaban “La Lechería”, aunque en realidad vendía muchos otros alimentos además de leche. Y junto a este local estaba, -como hoy en dìa- la sede comercial de UTE.
**
Imaginemos entonces el entorno de aquel quiosco del comienzo:  por ejemplo, la plaza “José Pedro Varela” no tenía nombre, y era un gran espacio con un monte de eucaliptus sobre médanos de arena, al cual de pronto le apareció, en la esquina que quedaba frente a “Rolando”, un edificio muy bonito construido para la “”Administración Viña”, la cual había empezado siendo un quiosco también y  se convirtió en la primera inmobiliaria de Atlántida.
Como la Calle 18, en su primera cuadra, no estaba definida totalmente, la plaza “Varela” estaba casi unida a la manzana triangular donde ahora está el edificio “Portofino”.
Dicha manzana, en ese entonces tenía algunos comercios sobre la Calle 11, que eran la farmacia “Royal”, de don Oscar Galizia., el “Petit Bar” y el quiosco de Espinelli.
¡Cuántos quioscos!, pensarán ustedes. Parecería que muchos emprendimientos comerciales empezaron así y luego se convirtieron en negocios más grandes y alguno de ellos aún perdura.

Por su parte, la plaza “Artigas” tenía -dentro de ella- la heladería “La Fontaine”, en ese entonces propiedad de Pérez y Casaretto, frente al cine.

Pero volviendo al comercio de Rolando Campomori y Adalgisa Ravanelli, digamos que fue muy exitoso en su época, y le llamaban el “Quiosco de Rolando”.
<<Mis abuelos eran inmigrantes italianos, nacidos ambos en Imola, ciudad ubicada en la región de Emilia-Romagna. Llegaron al puerto de Buenos Aires en el buque “Ammiraglio Bettolo”, en diciembre de 1926. Vivieron un tiempo en Argentina y luego vinieron a Uruguay y se establecieron primero en la ciudad de Minas. Mi abuelo era encargado en el Parador Salus.
Luego de algunos años, se establecieron en Atlántida. Al principio, mi abuelo reparaba bicicletas. Más adelante fue que pusieron el quiosco…>>. Cuenta Danae Estomba
Después de un tiempo, y gracias al esfuerzo constante de Rolando y Adalgisa, de su tesón, lograron levantar, (alrededor del año 1945), en el mismo sitio del quiosco, una construcción muy sólida para instalar su negocio; y con un piso superior que serviría de vivienda a la familia.
Del matrimonio de Rolando y Adalgisa nació una hija, Adelaida Campomori, que se ennovió y contrajo matrimonio con Juan Carlos Estomba.
Y de este hogar nacieron tres hijos, Juan Carlos (Lito) (en 1953); Ariadna (en 1964) y Danae (en 1970).



























A esa altura ya era propiamente el Bazar Rolando, y tenía artículos del más variado tenor; siendo por esta razón que los turistas argentinos -que venían en gran número en ese entonces- lo denominaban “Gatichaves”, recordando una tienda por departamentos que estaba en Buenos Aires (“Gath & Chàves”), muy famosa en su época.
Como curiosidad documental digamos que en el diario “El Bien Público”, del sábado 26 de enero de 1946, aparece una página dedicada a Atlántida, y en ella un aviso de propaganda del Bazar Rolando, junto a otros comercios de la época.

El “Bazar” tenía la característica de vender tanto golosinas, como sombreros de playa, sandalias, artículos de tienda, de bazar, de ferretería, de pinturería, libros, útiles escolares, revistas, discos, etc.
Algunas personas cuentan que al entrar al comercio se sentía un aroma muy particular que aún recuerdan, olor a madera de lápices, a libros nuevos y plastilina.
Y en carnaval se organizaban concursos de disfraces y máscaras para los niños; por lo que la esquina de “Rolando” se convertía en una especie de pequeño “corso” barrial.
En esas ocasiones –cuentan personas memoriosas- que algunos muchachos un poco “traviesos” le tiraban agua en demasía a las chicas, por lo que Juan Carlos Estomba tenía que salir a poner orden y en algunos casos llamar a los padres de los “infractores”.

Y MÀS RECUERDOS

La señora Inés Larrechart nos ha dicho que ella trabajó –con dieciocho años- como empleada en el Bazar Rolando, durante un período que abarcó desde 1961 al 65. Para entonces ya habían fallecido los fundadores del comercio y Juan Carlos Estomba con Adelaida Campomori estaban al frente del mismo.
Cuando Inès Larrechart comenzó a trabajar allí, coincidió que se inauguraba el edificio “Vistalmar”, esquina cruzada con el Bazar Rolando.

UNA ANÈCDOTA FAMILIAR - En una de las fotografías aportadas por la familia Estomba se puede ver a Juan Carlos (padre) con Adelaida, en la playa Mansa, y detrás de ellos aparece la construcción denominada “El Hongo” -que estaba frente al “Planeta Hotel”- y que desapareció, barrido por una sudestada en el año 1953.
Relacionado con ese hecho Danae Estomba cuenta lo siguiente: << A Lito se le ocurrió nacer en medio de ese temporal del año 53 !! Mis padres se fueron a Montevideo en el taxi del hijo de El Pulga, en medio de árboles caídos y todo; fue un traslado bastante accidentado.
Se fueron por la ruta 11, ya que la Interbalnearia estaba en construcción…>>.
 
LA ÙLTIMA ETAPA
 Cuando fallecieron Rolando y Adalgisa Juan Carlos Estomba y Adelaida Campomori quedaron al frente del comercio que siguió llamándose siempre “Bazar Rolando”.
Al mismo tiempo ambos eran profesores del Liceo de Atlàntida.
Ella, Adelaida, era profesora de Matemáticas y él de Historia y Dibujo.
En el año 1976 el edificio fue vendido al Banco República, y el Bazar cerró definitivamente sus puertas.
La casa, con sus reformas básicas para los fines de sucursal bancaria, conserva la estructura original en su esencia.
Al respecto dice Danae Estomba: << La casa está tal cual... la misma puerta de entrada, las mismas barandas...Sobre la vereda que da a la calle Roger Balet, donde hoy hay un árbol grande, teníamos un enorme gomero... Cada vez que voy al banco, inevitablemente me lleno de emoción... me invaden muchos hermosos recuerdos de mi infancia…Increíblemente, pasados ya más de 40 años, aún quedan en casa de mis padres varias cosas del bazar.>>.
 **
O sea que, cuando ustedes –estimados lectores- entren a la sucursal del BROU, sepan que allí funcionó, entre 1945 y 1976, (sin contar los años del quiosco con techo de paja que motivó esta reseña) el famoso BAZAR ROLANDO, el “Gatichaves” de los argentinos. Que vendía “de todo un poco”.
                                                                         WILSON MESA, mayo 2020

FUENTES:
-Agradezco la colaboración especial de: Danae Estomba y sus hermanos, Lito y Ariadna.
-Tambièn los recuerdos de Inés Larrechart; Elsa Isolini; Alicia Pérez y Alfredo Gutiérrez.
-Entrevista realizada a Adelaida Campomori, en el año 2011, con Olga Pìriz y Arinda González Bo.

IMÀGENES – Fotografías proporcionadas por Danae Estomba; Alicia Pérez y Arinda Gonzàlez Bo.
Nota - Artìculo publicado en la Revista CENTRO, Nº 129, junio de 2020.


 

No hay comentarios:

UN HOMBRE EN LA COMUNIDAD: EL LEGADO DE JORGE CASARETTO

  Cine  Atlántida - Inaugurado en 1955     UN HOMBRE EN LA COMUNIDAD: EL LEGADO DE JORGE CASARETTO                                         ...