JOSÉ GERVASIO
ARTIGAS
19 de JUNIO DE 1764
<<Vidalita acordate de José Artigas,
y endulzate la boca, cuando lo digas.
A la huella de un siglo que otros borraron,
mintiendo los martirios del traicionado...>>.
Que
nadie se confunda, el 19 de JUNIO es el Día del Nacimiento de Artigas. Es lo
que se celebra. Es lo que importa. A mi modo de ver, es la fecha patria principal
que tiene nuestro país. Y también es el día que se designó oficialmente para
realizar la Promesa y Jura del Pabellón Nacional en las instituciones
educativas.
Las
otras celebraciones que se han agregado para este día sólo contribuyen a opacar
una fecha que tendría que ser de absoluta y única recordación patriótica,
porque ello hace a nuestra identidad como Nación.
Identidad
nacional que parece ir descaeciendo lentamente, producto de múltiples estímulos
de la sociedad “moderna”. Y si piensan que estoy exagerando, pongan atención a
cómo se celebra este 19 de junio próximo; echen un vistazo a si se colocan las
Banderas en los edificios públicos, o no.
Y
pregunten a sus niños más cercanos qué saben sobre la fecha que se recuerda. Porque
la noción de patria no sólo se refuerza con grandes discursos, sino también con
pequeños gestos, y con acciones concretas.
Ante
la vastedad del material que existe sobre JOSÉ ARTIGAS y la necesidad de que
esta reseña no sea muy extensa, opté por apuntes que muestran las facetas más
humanas y familiares.
Por
supuesto que sus acciones militares y políticas lo inmortalizaron como una
figura heroica y un prócer de gigantesca dimensión histórica.
**
LOS ANTEPASADOS DE ARTIGAS
Origen de
la familia en Montevideo
LOS ABUELOS PATERNOS - En el primer padrón de pobladores
de Montevideo Colonial, realizado en 1726,
aparece el nombre de Juan Antonio Artigas Ordobas, nacido en la Puebla de Albortón, en Aragón, en el
año 1693.
Y su
esposa, Ignacia Xaviera Carrasco De Melo, nacida en
la ciudad de Buenos Aires, en el año 1702, siendo su padre de origen malagueño
y su madre hija de un portugués.,
Estos
eran los abuelos paternos del Prócer. Dicho matrimonio tenía ya cuatro pequeñas
hijas al arribar a la naciente Montevideo
La
familia de Juan Antonio se amplió, naciendo Martín José (1733), que luego fue
capitán de milicias y miembro del Cabildo de Montevideo.
LOS ABUELOS MATERNOS - El abuelo materno, Felipe Santiago Pasqual Arnal,
nace también en Aragón, en el año 1717. Mientras que su abuela, María Rodríguez
Camejo, nace en Tenerife, Islas Canarias.
En resumen
Artigas tenía sus dos abuelos de origen aragonés, una abuela (paterna) nacida
en Buenos Aires y la otra abuela (materna) nacida en Islas Canarias.
LOS PADRES DE ARTIGAS
Martín
José Artigas Carrasco nació en Montevideo Colonial, en el año 1733.
Francisca
Antonia Pasqual Rodríguez nació en el año 1743, también en Montevideo. O sea
que ambos eran criollos.
Se casaron el día 23 de mayo de 1757. Este
matrimonio tuvo seis hijos.
José
Gervasio fue el
tercero de los seis. Sus hermanos fueron: Martina Antonia, José Nicolás, Manuel
Francisco, Pedro Ángel y Cornelio Cipriano. Los dos últimos fallecieron
tempranamente.
EL LUGAR DE NACIMIENTO
La
ciudad de San Felipe y Santiago de Montevideo entraba en la cuarta década de su
proceso fundacional cuando nace en ella quien sería luego el héroe máximo de
nuestro país.
El 19
de junio de 1764 nacía José Gervasio Artigas Pasqual.
¿De
dónde sale el segundo nombre, Gervasio? Es fácil deducir que le fue adjudicado
por haber nacido el día de San Gervasio, siguiendo la tradición católica de la
familia.
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José
Artigas vino al mundo en la casa de sus abuelos maternos, ubicada en la esquina
de las calles de San Luis y San Benito, actuales Cerrito y Colón.
Está
bastante probado que Artigas nació allí, en lo que hoy son los solares de la
calle Colón (San Benito), 1486 al 1490, esquina con la calle Cerrito (San
Luis), del 306 al 310.
Y
desde esa casa fue llevado a bautizar, a los dos días de nacido, a la Iglesia
Matriz, (que en ese momento era una simple construcción de ladrillo colonial,
muy básica, porque la piedra fundamental de la actual Catedral se colocó recién
en 1790).
En el Libro Primero de Bautismos aparece inscripta su Partida de
Nacimiento y Bautismo:
"Día
19 de junio de 1764, nació José Gervasio, hijo legítimo de D.Martín José
Artigas y de Doña Francisca Antonia Arnal, vecinos de esta ciudad de
Montevideo; y yo el Dr. Pedro García lo bauticé en la iglesia parroquial de
dicha ciudad el 21 del expresado mes y año. Fue su padrino D.Nicolás Zamora. Firma: Dr. Pedro García".
**
<<
…Cuando nació Artigas en 1764, su padre no tenía propiedades en la ciudad, de
la que se hallaba ausente durante largos períodos. Nada parece más natural
que su esposa, hija única, viviera en la casa que sus padres tenían en
Montevideo.
En efecto María Rodríguez Camejo y Felipe Pasqual
Arnal, fallecidos en 1772 y en 1773, poseyeron una finca ubicada en las
esquinas de las actuales calles Cerrito y Colón, propiedad, que fue heredada
por Martín José Artigas y Francisca Antonia Pasqual, padres de Artigas, que en
ella residían de seguro en compañía de los abuelos maternos de Artigas en el
año 1764 en que éste nació.
Esa finca pasó luego a ser de pertenencia de José
Artigas, y en ella residió su hijo José María, casado con Josefa De María, -hermana
del cronista Isidoro De María- quien publicó en 1900 un breve e ilustrativo
artículo relacionado con el punto.
Isidoro De María, en el citado artículo
inserto en “Rojo y Blanco” el 24 de junio de 1900, se refirió a los bienes que
Artigas recibió como herencia de sus padres, figurando entre ellos “un solar de
terreno en la calle San Benito, de 25 varas de frente por 50 de fondo”.
Dice que lo percibió por herencia materna y que más tarde con la finca que
habían levantado sus bisabuelos pasó a ser propiedad del hijo del prócer José
María Artigas Villagrán.
“En
este edificio –expresa De María- ya casi derrumbado en 1833, fue donde nació el
general Don José Gervasio Artigas, y en su terreno se halla actualmente
edificada la casa de la calle Colón número 71”.
LA CASA NATAL
<<
La casa no era amplia, tampoco podía llamársela bella. Pero resultaba
cómoda. En 1832 en que le fue adjudicada a la hija primogénita Martina
Antonia (hermana de José Gervasio), la acción del tiempo ya le había causado
deterioros, pero mantenía todavía cubiertos sus gruesos muros de piedra y firme
su alargado techo de teja, a dos aguas, de aleros rasantes (sin aleros), techo
cuya construcción había demandado en su lejana época y vaya el detalle para los
que gustan de cifras exactas el empleo de 5.000 tejas, sin una más ni una
menos.
De acuerdo a su orientación en aquella
esquina, la casa recibía el embate de los vientos del sur, por la parte de su
mojinete, proyectado a su vez hacia la calle San Benito (Colón hoy y
anteriormente sin nombre) la bañaban desde el amanecer los rayos del sol.
En
este frente se abrían dos pequeñas ventanas sin rejas, flanqueando a distancia
proporcionada la principal abertura, o sea la que, en su lenguaje corriente,
los familiares denominaban desde vieja data con cierto énfasis, “portal de
entrada”. Sus dinteles se apoyaban sobre un escalón de piedra. Hacia la
esquina se abría la segunda puerta, también con su escalón.
Construida en un solo cuerpo, la casa
alargaba allí su planta rectangular de unas 18 varas de largo (m. 15,03) por 6
y media de ancho (m. 5,4275) teniendo una altura de 3 varas (m. 2,52) hasta los
aleros y 5 (m. 4,18) hasta la cumbrera. En esta planta se contaban tres
piezas corridas, también con denominación propia en el lenguaje familiar, o sean
el cuarto esquina, la sala y el cuarto dormitorio.
Entre
el primero y la segunda se mantenía interiormente la separación de ambientes
mediante una divisoria de adobe, y entre ésta y el último cuarto, realizaba
igual objetivo una divisoria en que se abría una abertura con marco, sin
batientes. La sala que no era otra cosa que el comedor, comunicaba a la
calle por el” portal de entrada” y recibía la luz también por una de las
ventanitas (ventana a la calle) ya mencionadas. La segunda ventana
corresponde al cuarto dormitorio, que además tenía otra en opuesto sentido (¿o
sería una puerta?), con vista al gran patio, sin corredor (¿no tendría alero?),
todo pavimentado de piedra loza y hacia el cual sólo tenía salida desde las dos
piezas primeramente mencionadas.
En este patio se veía implantado hacia la
parte de la calle San Luis (hoy Cerrito), el llamado “cuarto de los viejos”,
para cuya construcción contribuyó con los materiales correspondientes Martín
José Artigas.
En
el mismo patio, situada frente al cuarto dormitorio, del que distaba unas pocas
varas, estaba la cocina, lugar de estar de la familia, como todas las de su
tiempo, y donde a la hora del asado confraternizaban en rueda cordial amos y
esclavos. Era bastante amplia y disponía de un fogón con estribadero,
campana y chimenea. Tenía, como únicas aberturas una puerta y una
ventana. Sobre sus paredes de piedra, reposaba un techo armado con 18
tijeras (vigas de madera) y cubierto con tejas. Tal era en sus
principales características la casa (natal) de Artigas….>> (Julia Ardao y
Aurora Capillas).
**
Nota – La casa
natal de Artigas fue demolida y en su lugar hay una construcción que nada tiene
que ver con la época. El pintor Federico Reilly la plasmó en un cuadro,
siguiendo la descripción de quienes la conocieron.
LOS AÑOS DE LA NIÑEZ
Vivió
los primeros años en el Montevideo Colonial del que tanto nos ha contado
Isidoro De María.
A
los 10 años ingresó al Colegio de los Padres Franciscanos, en el convento de
San Bernardino.
Como
integrante de la clase dirigente de su pequeña ciudad, con abuelos de origen
español, beneficiados por la corona con terrenos
intramuros y suertes de estancia en la campaña, “Pepe” concurrió al
colegio, cosa que no estaba al alcance de todas las familias.
Pero siendo una familia vinculada al gobierno
de la ciudad (abuelo y padre Cabildantes
y militares) ellos podían costear la rudimentaria enseñanza que
brindaban los Franciscanos.
Allí
concurrían exclusivamente varones.
Y se estudiaba: primeras letras, aritmética, retórica y catecismo.
En sus “Apuntes
biográficos sobre don José Artigas”, el general Nicolás de Vedia,
expresa:
<< Don
José Artigas era un muchacho travieso e inquieto y propuesto a sólo usar de su
voluntad; sus padres tenían establecimientos de campaña y de uno de estos
desapareció a la edad como de 14 años y ya no paraba en sus estancias, sino
una que otra vez, ocultándose a la vista de sus padres. Correr alegremente los
campos, changuear y comprar en éstos ganados mayores y caballadas, para irlos a
vender a la frontera del Brasil portugués, algunas veces contrabandear cueros
secos, y siempre haciendo la primera figura entre los muchos compañeros, eran
sus entretenimientos habituales….>>.
Esta documentación
afirma que Artigas, como hijo de su tiempo, como morador de la campaña oriental,
participó en faenas clandestinas y en el trajín del contrabando, en la
zona norte de la Banda Orental, durante los años de su mocedad.
Vuelve Nicolás
de Vedia a mencionarlo en sus “Apuntes”:
<<
Se habían pasado cosa de dieciséis a dieciocho años, cuando después abrazó su
carrera de vida suelta, lo vi por primera vez en una estancia, a orillas del Bacacay,
circundado de muchos mozos alucinados que acababan de llegar con una crecida
porción de animales a vender. Esto fue a principios del año 93, en la estancia
de un hacendado rico, llamado el capitán Sebastián….>>.
Posiciones en contra de la acusación de
contrabandista para Artigas:
Lorenzo
Barbagelata, por ejemplo, vincula los textos
de Vedia a las acusaciones, interesadas y falsarias, de Feliciano Sainz de Cavia,
enemigo acérrimo de Artigas.
Eduardo
Acevedo, aunque explica largamente el
carácter del contrabando como «ley de la época» y cita la unánime opinión al
respecto de historiadores del más diverso origen, concluye preguntándose ¿dónde
están las pruebas de que Artigas haya sido contrabandista?
De todas
maneras considerando el contexto histórico, no debería despreciarse la
hipótesis de que, siendo una persona de campo, actuara en contra de los
intereses de la Corona cometiendo oportunamente actividades de contrabando. Era
en esas épocas una forma de defender los intereses de la familia de los
elevados impuestos y una muestra
de la rebeldía que probaría después contra el régimen realista español.
Sus
acciones e ideas lo transformaron más tarde en el Jefe de los Orientales y en
el Protector de los Pueblos Libres ¿Qué mayor honor y gloria le puede caber a
un hombre nacido en nuestro suelo?
Es por
tal razón que el 19 de Junio deberíamos dedicarlo enteramente a evocar su
figura sin distraernos en ninguna otra celebración.
Wilson Mesa, mayo 2019
Fuentes de información
Julia
Ardao y Aurora Capillas de Castellanos – Lugares históricos artiguistas –
Revista Histórica, Tomo LV, Año LXXXIV, Nº 163 – Montevideo (1991).
Apuntes biográficos sobre don
José Artigas”, del general Nicolás de Vedia.
https://rea.ceibal.edu.uy/rea/versos-para-jos-artigas
Epígrafe –
Fragmento de la canción “A José Artigas”, de Bonavita y Zitarrosa
Imágenes – “Artigas en la puerta
de la Ciudadela” – Óleo de Juan Manuel Blanes
“Artigas en la Meseta del
Hervidero” – Óleo de Carlos María Herrera
“Artigas” – Dibujo en carbonilla
y tiza sobre papel negro, de José Luis Zorrilla.
Estatua ecuestre en hormigón –
Escultor Stelio Belloni – Fotografía “Arequita Digital”
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