UNA AVENTURA DISTINTA – EL CAMINO DE SANTIAGO
En el mes de abril pasado tres mujeres, que
viven en la costa canaria, realizaron una pequeña hazaña que no debe pasar
inadvertida. Hicieron 350 km del Camino de Santiago, caminando, con sus
mochilas a cuestas, sus bastones de peregrinas y el firme propósito de llegar a
la meta, que era la Catedral de Santiago de Compostela, en Galicia, España.
Alguien podrá pensar: “Hace falta dinero para
ir allá….” Yo diría que hace falta algo más que eso; hace falta coraje y mucho entrenamiento
para recorrer en doce días, -que fue el tiempo que les llevó- el trayecto entre
la ciudad de León, en la provincia del mismo nombre, y la ciudad de Santiago de
Compostela, en Galicia.
Se necesita también decisión
y voluntad. No es un paseíto de turista curioso. Hay que llevar a cuestas una mochila de 4 kg de
peso. Hay que cubrir tramos de entre 25 y 30 km por día (en algunos casos más).
Hay que subir y bajar empinadas cuestas (hasta 1.600 m). Y hay que enfrentarse
a lo desconocido también, sobre todo cuando se hace el “Camino” por primera vez.
Las tres mujeres de las que
les hablo se llaman: Adriana Calace (La Floresta, 52), Jacqueline Lacoste
(Salinas, 52) y Zenia Márquez (San José de Carrasco, 55). Ellas son integrantes
del grupo de corredores aficionados que se llama “La Costa corre”, y participan
regularmente en actividades de este tipo. Esto es importante de consignar,
porque son mujeres entrenadas, a las que les gusta el atletismo y
especialmente, correr.
De modo que quise seguir todo este viaje apasionante, a través de
Facebook, con fotos y comentarios que ella subía todos los días. Supo ser una
muy buena cronista de lo que iban viviendo y el final fue maravilloso, con un
video en tiempo real que iba mostrando el último tramo que hicieron casi
corriendo por las calles de Santiago hasta avistar la Catedral.
¿QUÉ
ES EL CAMINO DE SANTIAGO?
<< El Camino de Santiago, es una
peregrinación católica de origen medieval, cuyo propósito es llegar a la
tumba atribuida al Apóstol Santiago el Mayor, que está en la
cripta de la Catedral de Santiago de Compostela.
Ha sido, y sigue siendo, la ruta de peregrinación más antigua, más concurrida y
más celebrada del viejo continente.
En la actualidad es recorrida
por caminantes y andadores de todo el mundo que a pie, corriendo, en bicicleta
o a caballo, emprenden una experiencia que entremezcla la antigua devoción
religiosa con la aventura, el encuentro y el conocimiento personal, con el
deporte y el disfrute de la naturaleza y la cultura.
El Camino de Santiago Francés, y las rutas francesas del Camino, fueron declarados por la Unesco
Patrimonio de la Humanidad, en 1993 y 1998, respectivamente. La declaración
española fue ampliada en 2015, incluyendo el Camino Primitivo, el Camino
Costero, el Camino vasco-riojano y el Camino de Liébana.
En 2004 la
Fundación Príncipe de Asturias le concedió el Premio Príncipe de Asturias
de la Concordia: «Como lugar de peregrinación y de encuentro entre personas y
pueblos que, a través de los siglos, se ha convertido en símbolo de fraternidad
y vertebrador de una conciencia europea».
Además, ha recibido el título
honorífico de «Calle mayor de Europa»…
<< Desde 2013, atrae a más de
200 000 peregrinos cada año, con una tasa de crecimiento de más del
10 % anual. Los peregrinos llegan principalmente a pie, y a menudo de las
ciudades cercanas (necesitando unos pocos días para llegar a Santiago). El
Camino Francés recoge 2/3 de los caminantes, pero otros caminos menores
están experimentando un crecimiento incluso mayor que el camino tradicional.
Los meses de verano son los más frecuentados por los peregrinos, especialmente
por los peregrinos españoles, siendo en su mayoría peregrinos procedentes del
extranjero los que dominan el resto del año….
<< El
Apóstol Santiago, conocido en la tradición cristiana como Santiago
el Mayor, para distinguirlo del otro discípulo
homónimo, fue uno de los doce
apóstoles. Nació probablemente en Betsaida
(Galilea).
Es el Patrono de España.
Según los relatos bíblicos, Santiago el Mayor era hijo de Zebedeo y tenía
un hermano llamado Juan, que sería también discípulo de Jesús. Probablemente
también su madre Salomé seguía a Jesús.
Fue uno de los primeros que recibieron el
llamamiento de Jesucristo, cuando estaba pescando en el lago de Genesaret, junto a su hermano Juan. Ambos hermanos,
con Simón Pedro,
tienen un trato privilegiado con Jesús y son testigos presenciales de la oración
en el Huerto de los Olivos.
Como otros apóstoles siguió
predicando las enseñanzas de Jesús y llegó por el Mediterráneo hasta la costa atlántica
(Portugal y Galicia). Luego regresó a Jerusalén realizando un largo recorrido
terrestre. Santiago el Mayor es condenado a muerte y decapitado por orden del rey
de Judea, Herodes Agripa I. Por este dato podemos poner la fecha de muerte de
Santiago entre los años 41 y 44 de nuestra Era, pues fueron los años en que
Agripa I fue rey de Judea….>> (Wikipedia).
EN
PRIMERA PERSONA
Voy a
dejar que una de las protagonistas cuente algunos pormenores de la aventura. Si
bien ella va contestando preguntas mías, no incluyo las mismas para darle más
fluidez al relato:
Dice
Adriana (Calace): << El deseo de hacer el camino era mío, hace mucho
tiempo que había escuchado de él y siempre estuvo en mis planes hacerlo. El año
pasado me decidí, acompañada o sola iba a ir; pero hablando con mis amigas se
unieron a esta locura maravillosa. El camino nos llevó 12 días, desde León
hasta Santiago de Compostela.
Salimos
el 17 de abril, a las 6.30 de la mañana, siguiendo las flechas y las conchas de
vieiras, símbolos que guían durante todo el camino. Cada una llevaba ese
distintivo en su mochila, -la vieira- lo que nos identificaba como “peregrinas
de Santiago”. Todo estaba muy bien señalizado. Las flechas eran siempre
amarillas, pintadas en la calle, los árboles, cordones, carteles, paredes, etc.
Las vieiras podían estar en carteles, pintadas también y en las ciudades,
incrustadas en las baldosas en las veredas, de bronce y…¡casi siempre
lustradas! Después de Sarria también había
mojones indicando cuánto faltaba para llegar a Santiago.
El tiempo
que dura el Camino lo pone uno; cada cual decide cuánto pone en llegar, en
descansar, dónde hacerlo y cómo. Como los expertos nos decían, " esto no
es una competencia, no es quien llega primero, hay que disfrutarlo a pleno, por
lo tanto, no hay que apurarse".
El único inconveniente que tuvimos un día fue
que nos perdimos por seguir mal una indicación para no caminar tanto. Al final
caminamos el triple, porque tuvimos que ir para atrás 8 km >>.
EL EQUIPAJE
<< Con
nosotros llevábamos una mochila con lo imprescindible para cambiarnos después
de una ducha al llegar de cada caminata. Yo llevaba: 1 calza, 2 remeras de
manga corta, 1 de manga larga, ropa interior 2 mudas, 3 pares de medias, 1
short que usaba para dormir y 1 campera de nylon que la tenía puesta como
abrigo. Cabe aclarar que esto iba en la mochila, pero una muda de cada cosa iba
puesta.
Además
llevaba 1 saco de dormir, 1 sábana, 1 funda y 1 toalla de microfibra. También un
estuche con peine, cepillo de dientes, pasta dental, desodorante, un
relajante muscular, curitas, vaselina para untarme los pies, palillos para
colgar la ropa que lavara y alfileres de gancho para colgar la ropa de la
mochila si no se había secado. El peso de la mochila era de aproximadamente 4 kg.
Algo
importante era una cantimplora para llevar agua y los bastones de peregrino.
Conmigo
llevaba una riñonera donde tenía los documentos, el dinero y la credencial de
peregrino para ir sellando a lo largo del camino…>>.
EL ITINERARIO
<< Las
ciudades por las que pasamos fueron: León, San Martín del Camino, Astorga,
Foncebadon, Ponferrada, Villafranca del Bierzo, O’Cebreiro, Triacastela, Samos,
Sarria, Portomarín, Palas del Rei, Arzúa, Mellide, Pedrouso y Santiago de
Compostela. Estas son las ciudades, pero pueblitos pasamos por decenas de
ellos, imposible de nombrar a todos.
El llamado
Camino Francés tiene unos 830 km, completo. Si se puede hacer todo (por tiempo,
clima, estado físico, etc.) lleva aproximadamente 32 días, razón por lo cual no
lo hicimos entero, ya que no teníamos tantos días de licencia.
Nosotros
llevábamos un reloj que contaba los km, y desde que salíamos hasta que
llegábamos del recorrido, en el lugar que nos quedábamos íbamos haciendo la
suma y dio 350 km. Aquí entran también los km de más que hicimos cuando nos
perdimos.
Los bastones
de peregrino no son obligatorios, pero tendrían que serlo, porque son extremadamente
útiles. Te ayudan a alivianar el peso de la mochila y a asegurar el paso en las
subidas y bajadas y en el barro. Cada caminante lleva dos bastones, son de
aluminio, retráctiles, los adaptas a tu altura. Zenia llevaba uno solo porque
el otro no le funcionó.
La mejor
época del año es la que fuimos nosotras, ni mucho frio, ni mucho calor. Además
no hay muchas lluvias!! Nosotras no
tuvimos ni un día.
Cuando
armé el viaje, pedí licencia por los días que pensé me llevaría, lo mismo mis
amigas >>.
<< Lo
que más me dolía cuando llegaba al albergue eran las piernas, pero después de
sacarme los “championes”, darme un buen baño caliente y ponerme ropa limpia,
quedaba tan fresca y tan renovada que podía volver a salir. Es más....siempre
salíamos a recorrer el lugar donde habíamos decidido pasar la noche. Visitamos
iglesias, museos, restaurantes, alguna plaza o castillo, monasterios, puentes,
ríos.
El “Camino”
no es solo llegar a Santiago, hay hermosos lugares que se pueden conocer y
recorrer; y todo se hace CAMINANDO!!.
Yo no
sufrí de ampollas en ningún lado. Todas las mañanas cuando me levantaba, durante
15 minutos me untaba y masajeaba los pies con vaselina y luego me ponía las
medias. A ninguna nos salieron ampollas, es que estamos acostumbradas por las
carreras. En carreras largas también es importante hacer esta rutina.
En cuanto
a si algún día dije "No puedo más" .....NUNCA. ….El día que me dolía
mucho una pierna, ese día paré a los 5 km, porque quería recuperarme bien para
seguir al otro día. Me tomé un taxi hasta el albergue. Pero nunca bajé los
brazos!! Al siguiente día caminé 30 km perfecta, y así hasta Santiago >>.
LOS ALBERGUES
<< Los
Albergues, o Posadas, están a todo lo largo del Camino. Todos de excelente
calidad, limpieza, historia, privados, municipales, con habitaciones comunes,
más chicas, con baños comunes también, o de hombres y mujeres por separado. Las
camas generalmente eran cuchetas, pero muy cómodas
El pago
iba desde un donativo; hasta 15 euros una habitación para tres personas, con baño
privado, esa fue la más cara que utilizamos para hacernos una extra en la
última jornada. Algunos Albergues tenían lavadora y secadora, sábanas
desechables; algunos con toallas, con restaurante. Los más lindos eran los que
hacían cenas comunitarias con todos los peregrinos; nos sentábamos veinte
personas hablando en diferentes idiomas, contando nuestras experiencias. Era
increíble....todos hablando distinto y todos entendiéndonos a pesar de todo.
Nunca
tuvimos ningún problema con que alguien se metiera con nosotras de forma
atrevida. Por lo menos, nunca sentimos ninguna de nosotras, que nos estaban
faltando el respeto. La gente muy ubicada, los hombres muy ubicados >>.
LA LLEGADA
<< Nosotros
queríamos llegar a las 12 del mediodía, del sábado 28 de abril, a la Catedral
de Santiago, porque empezaba la misa del Peregrino. Pero como llegamos más
tarde fuimos a la misa de la noche y el domingo fuimos también, donde vimos que
hicieron la bendición con el botafumeiro grande. Es una tradición y todo el mundo
lo va a ver.
Cuando
uno comienza el camino, tiene que tener la “Credencial de Peregrino” para hacer
sellar por donde va; es la acreditación de que vas recorriendo el Camino. Generalmente
los venden en los Albergues, u oficinas municipales, o de información al Peregrino.
La “Compostela”
te la dan en Santiago, y si pagas te dan otro certificado diciendo los km que
hiciste >>.
Conclusión
Esto
es apenas un resumido informe de una historia muy colorida -y muy rica en
vivencias-, con miles de fotos que se fueron tomando a lo largo del recorrido y
que ilustran la presencia de estas tres mujeres en los distintos lugares que
conocieron y que sin duda guardarán en su memoria.
Lo que
tal vez les parezca increíble a los lectores, es que en la noche del mismo día
de la llegada, había una carrera de 10 km en el barrio histórico de Santiago…
¡Y la corrieron también!
Solo queda
felicitarlas, admirando su valentía y resistencia física. ¡¡Gracias, Adriana por tu relato!!
Wilson Mesa, mayo 2018
Artículo publicado en la Revista "CENTRO" - Junio de 2018 - N°105
1 comentario:
Querido Maestro!! Muy buen articulo, de lo que fue una aventura inolvidable para mi y que sin duda alguna, volveré a hacer. Gracias!!!!
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