PARAJE LA CHINCHILLA – EL FÚTBOL ENTRE LOS YUYOS
Crónicas de Atlántida – por Wilson Mesa
Seguramente ustedes han pasado miles de veces por ese lugar sin reparar en el nombre. Seguramente también habrán oído hablar de él sin saber dónde se encuentra.
Me estoy refiriendo al paraje denominado La Chinchilla, cuyo centro se ubica a la altura del km 160 de la ruta nacional Nº 11, pero que abarca una extensa zona alrededor.
Siempre los topónimos tienen una historia, un origen, y éste también lo tiene. Antes digamos que la palabra “topónimo” refiere al nombre que se le atribuye a un lugar, región o país; el cual se puede originar por características del espacio geográfico, por nombres de personas, o por otras causas.
En esta zona nuestra hay muchos ejemplos: Las Toscas; Piedra del Toro; La Tahonita; La Palmita; Sosa Días; Cueva del Tigre; arroyo Solís, etc. Y en todo el país hay infinidad de ejemplos.
Esto se debe a que, para ubicar un lugar, los primeros pobladores buscaron una referencia, fueran vegetales, corrientes de agua, cerros, animales o personas. Los indígenas guaraníes, -salidos de las Misiones jesuíticas- fueron los primeros grandes “nombradores” de lugares en todo el sur de América. Venían como baqueanos de los conquistadores españoles o portugueses, e iban indicando los nombres de parajes, animales o vegetales, en su idioma; los europeos anotaban lo que oían y así quedaba registrado para la posteridad. Por eso es que estamos repletos de nombres indígenas, todos de origen guaraní, incluso el nombre Uruguay que, dicho sea de paso, también es un topónimo.
LA CHINCHILLA
En el caso del paraje La Chinchilla, el nacimiento es más sencillo y más cercano en el tiempo. Pero es muy original también. Ya verán por qué.
Allá por la década del 40, el señor Nery Fernández fundó un comercio de campaña al borde de la ruta nacional Nº 11, (el antiguo “Camino de la playa”). Era una pequeña provisión y bar que servía de centro de reunión a los pobladores de la zona y también de parada casi obligada de los transeúntes de la ruta, la cual llevaba en un sentido hacia la estación del ferrocarril y a la playa de Atlántida. Y en otro sentido hacia Pando y Montevideo, porque aún no estaba hecha la ruta Interbalnearia y todo el tránsito pasaba por allí.
Por allí pasó muchas veces “El Látigo”, el ómnibus de Guillén que iba a Montevideo pasando por Pando. Y después las primeras unidades de la empresa COPSA.
También por allí pasaban los vehículos de carga con granos hacia el ferrocarril. Recordemos que toda la zona del Solís Chico tenía una producción agrícola bastante importante. Y también salían los camiones con cargas de productos de las chacras hacia el Mercado de Montevideo.
Era una especie de nudo de comunicaciones, con el “camino Sosa Días” saliendo desde un costado de la ruta. Y era un paraje mucho más poblado que ahora, por supuesto. Una zona de gente de campaña muy trabajadora.
Entre las familias primeras de la zona hay que nombrar la de Don Sandalio Delgado, quien vivió hasta los 103 años. También estaba la familia de Ramón Cano, quien aún vive en Atlántida con más de 80 años. Y había otras familias como los Fuentes, Trujillo, Facini, Sequeira, Hernández, Fernández, Cedrés, Gutiérrez, Di Ciocco, Pastorino, Del Pino, Bertora, Lazo y Olarán. Seguramente pueden faltar algunos apellidos, pero éstos son los que las personas consultadas coincidieron en el recuerdo.
“LA ESCUELA DE ATANASIO”
Entre las familias del paraje La Chinchilla, sobre la misma ruta 11, estaba la de Don Atanasio Hernández y aquí aprovecho para brindar un dato interesante: En la casa de esa familia tuvieron su origen dos Escuelas públicas que aún perviven. Primero se fundó allí la Escuela Nº 75, en el año 1923; la cual después fue trasladada a la Estación Atlántida. Y en el mismo local de Don Atanasio nació la Escuela Rural volante Nº 128, que luego fue definitivamente asentada en el paraje llamado “La Palmita”. Como agregado anecdótico, digamos también que Atanasio Hernández fue el padre del fundador de “Baipa”, Amado Hernández.
Allá, del otro lado de la Ruta 11, nació el comercio y la primera cancha.
EL NACIMIENTO DE UN EQUIPO DE FÚTBOL
En un momento dado a los más jóvenes concurrentes al comercio de Nery Fernández se les ocurrió formar un equipo de fútbol, que primero se llamó “8 de Abril”, (por el día en que tuvo estatutos y afiliación a una Liga oficial). Y después adoptó el curioso nombre de “La Chinchilla”, que era un yuyo bastante común en la zona.
Según varios relatos coincidentes, la primera cancha estaba enfrente -del otro lado de la ruta- a donde se ubica el comercio actual de “La Chinchilla”. Y el predio estaba “cundido” de ese yuyo, pero los entusiastas jóvenes jugadores lo fueron limpiando con sus pisoteos al correr tras la pelota.
Aquí voy a recurrir a un texto de Juan Manuel Gutiérrez Laplace, que describe muy bien el origen de tal nombre. En una parte dice lo siguiente:
<<Cada tarde, luego de la dura tarea en chacras y tambos de los alrededores, una entusiasta caterva de muchachones, como poseídos, se desollaban los pies corriendo entre terrones tras una esquiva pelota.
En cada arremetida, las deshechas matas de chinchilla despedían un olor acre que inundaba los campos.
De ahí que decidieron bautizar al equipo con el nombre de “La Chinchilla”…Más adelante, por extensión, el comercio fue conocido por el nombre de su equipo: “Boliche de La Chinchilla”. Corrió más agua bajo los puentes y el bar legó su nombre a todo el paraje…>>- (Gutiérrez, pág. 110).
EL “BOLICHE DE LA CHINCHILLA” FUE CAMBIANDO DE DUEÑOS
Por su parte, Ylmen Trujillo, un antiguo poblador de la zona, cuenta lo siguiente:
“El comercio lo fundó Nery Fernández y estaba del otro lado de la ruta, frente al actual. Después el mismo Nery lo trasladó para donde está ahora…Más adelante el dueño pasó a ser Nito Sequeira, que lo tuvo más o menos dos años.
Y lo compró Rufino Fuentes (padre), que lo tuvo durante nueve años, con sus hijos Mario y Rufino.
En marzo de 1968, el “Boliche de La Chinchilla” pasó a ser propiedad de la familia Trujillo. El matrimonio de Juan Alberto Trujillo y Mirta González tuvo cuatro hijos, Ylmen, Mirna, Walter y Juan Carlos. Este último nació el mismo año en que la familia pasó a vivir allí y es quien se encarga actualmente del comercio. O sea que es un caso de total permanencia en el sitio.
EL VEGETAL QUE DA ORIGEN AL NOMBRE
Chinchilla – Nombre científico: “Tagetes minuta L”. Conocido en otros países como “Huacatay”, “Suico” o “Suiquillo”. Es una hierba de porte erecto; tiene hojas lanceoladas, dentadas y un olor fuerte cuando se la pisa o corta. Los pequeños frutos tienen la característica de adherirse a animales o personas que los rocen; eso constituye una estrategia de dispersión de la planta en el campo.
Es originaria de los pastizales templados y las regiones montañosas del sur de América. Se considera una planta invasora. Un yuyo. Sin embargo, se le atribuyen algunas propiedades medicinales, como digestivo, carminativo y antiabortivo. La decocción de sus flores y hojas frescas sirve para aliviar los catarros y bronquitis. En algunos países se extrae de ellas un aceite esencial utilizado en perfumería y aromaterapia, debido a su olor fuerte y persistente.
Planta adulta de Chinchilla y frutos con semillas.
CONCLUSIÓN
Plaqueta que prueba el día de fundación del club de fútbol -1944
Hay documentos que prueban que el equipo de fútbol, “Club Social y Deportivo La Chinchilla”, se fundó el 8 de abril de 1944. Actualmente solamente compite en la categoría “veteranos”; pero la cancha de fútbol se mantiene muy bien cuidada detrás del comercio y allí también funciona un ruedo de jineteadas, en el cual se realiza una gran fiesta criolla el día 1 de Mayo de cada año.
La Chinchilla actualmente pertenece al territorio del Municipio de Atlántida.
La intención de esta crónica no es otra que conocer un poco más de la historia de nuestra zona y saber que a veces los nombres de lugares tienen relación con algo tan humilde como puede ser un yuyo campesino; en este caso la “Tagetes minuta L”.
Ya casi no se encuentran ejemplares de dicho vegetal en la zona, pero quedó su nombre perpetuado en un paraje, en un comercio y en un club de fútbol. Curiosidades de la actividad humana.
Wilson Mesa
FUENTES de INFORMACIÒN:
Agradezco muy especialmente el relato del señor Ylmen Trujillo.
También la colaboración de Juan Carlos Trujillo; Carmen Pastorino Olarán y Rufino Fuentes (hijo).
Libro de Juan Manuel Gutiérrez Laplace – “Atlántida, un sueño que surgió desde las olas”.
IMÀGENES – Fotografías de Arinda González Bo. Y otras extraídas por Internet.
NOTA - Articulo publicado en la Revista "CENTRO" - Nº163, de abril 2023.
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