7/3/18

LA MUJER DE MARZO - JUANA DE IBARBOUROU

                                                                                                         
LA  MUJER  DE  MARZO  -  JUANA  DE  IBARBOUROU

 
El día 8 de marzo se celebra el “Día Internacional de la Mujer”; pero fíjense ustedes que, por una curiosa coincidencia, es también el aniversario de nacimiento de una gran mujer uruguaya, la poeta Juana de Ibarbourou.

De modo que se me ocurrió unir en esta crónica ambas cosas; o dicho de otra manera, celebrar el “Día de la Mujer” recordando a alguien que puso muy en alto la figura femenina, en una época en que eso era muy difícil por varias razones, a saber : el hecho de haber nacido en una ciudad del  interior; el hecho de pertenecer a una familia tradicional melense; y, sobre todo, por la gran prevalencia de una cultura machista en la cual la mujer estaba totalmente subordinada a la opinión del hombre, que era su proveedor, su “protector” y su dueño absoluto.
Juana de Ibarbourou logró zafar -a través de su obra literaria-, de ese cerco limitador y esparcir a los cuatro vientos una poesía cargada de libertad, de erotismo y de mucha belleza también. Esa belleza que fue elogiada y admirada por escritores de la talla de Miguel de Unamuno, Federico García Lorca, Juan Ramón Jiménez, Horacio Quiroga, Juan Zorrilla de San Martín, y otros hombres -y nombres- importantes de la literatura universal. Y también de mujeres tan guerreras como la argentina Alfonsina Storni, o la chilena Gabriela Mistral, Premio Nobel de Literatura del año 1945.

Si bien algunos biógrafos de Juana de Ibarbourou consignan que durante su existencia sufrió violencia doméstica por parte de familiares directos (esposo e hijo), desde otro punto de vista podría decirse que fue una mujer emancipada, que enalteció el género femenino y le dio esperanzas a otras mujeres de que un horizonte mejor podía haber más allá de esa predominancia machista y de dominio patriarcal en la sociedad uruguaya de la época.


*** 

Ha pasado más de un siglo desde que nacieran una Delmira Agustini, o una Juana de Ibarbourou, y sin embargo aún hoy se está en procura de la conquista de más derechos para las mujeres. Porque si bien el rol de la mujer ha cambiado mucho en nuestra sociedad y en el mundo, todavía hay desigualdades culturales y laborales, todavía hay prejuicios de género y -sobre todo- aún persiste esa idea de que la mujer es una “pertenencia” del hombre y que él puede disponer de ella y de su vida a su antojo.

Estamos hablando de la violencia de género y de los feminicidios, que hoy día se denuncian públicamente y se conocen; pero que antes eran callados, escondidos y hasta justificados, porque eran “asuntos pasionales”, y su resultado una “deshonra” para las familias involucradas.


  JUANA de IBARBOUROU – Breve biografía


Su nombre real era Juana Fernández Morales, nacida en la ciudad de Melo, departamento de Cerro Largo, el día 8 de marzo de 1892. Actualmente la casa natal es un museo, en el que se procura mantener viva su memoria y su obra. Según la documentación del Registro Civil, Juana nació en 1892, aunque ella, por coquetería, declaraba haber nacido en 1895. Como nombre “artístico” adoptó el de Juana de Ibarbourou, tomando el apellido de su marido, el capitán del ejército Lucas Ibarbourou, con quien se casó a los veinte años de edad.

El padre, Vicente Fernández, era gallego, nacido en Lourenzá (Lugo). La madre, Valentina Morales, pertenecía a una de las familias de raíz española más antiguas del Uruguay. Como dato anecdótico digamos que el padrino de bautismo de “Juanita” fue el caudillo nacionalista Aparicio Saravia.

Ella ha escrito que tuvo una infancia sumamente feliz, de la que conservaba los más hermosos recuerdos. Sin embargo jamás quiso regresar a Melo, el lugar donde nació, porque prefirió guardarlo en su memoria intacto, tal cual era en esos últimos años del siglo XIX.

Sus primeros escritos los publicó en diarios de su pueblo natal. Hasta que logró ver publicado el primer libro de poemas “Las Lenguas de Diamante”, cuando corría el año 1919. De ese libro, tal vez el de mayor carga erótica de toda su obra, le mandó un ejemplar por correo a don Miguel de Unamuno -que era por ese entonces Rector de la Universidad de Salamanca-, acompañado de una carta y dos ejemplares más para entregar a Juan Ramón Jiménez y a Antonio Machado. Lejos de rechazar este gesto de una desconocida joven uruguaya que se atrevía a escribirle y darle encargos, Unamuno respondió su carta y le comunicó que había leído su libro “primero con desconfianza y después con interés”. Juan R. Jiménez llegó incluso a visitarla en Montevideo en 1948.

A esa “ópera prima” le siguieron “El Cántaro Fresco” (1920) y “Raíz Salvaje” (1922), los que confirmaron a la uruguaya como una de las principales voces en la literatura en español del momento. Su obra tuvo repercusión internacional y fue traducida en varios idiomas. Al comienzo sus poemas se encuadraron dentro del movimiento modernista, <<exhibiendo una tonalidad de carácter vital y optimista, con un léxico y una forma que conjuga con naturalidad la sensorialidad modernista con un lenguaje sencillo, lleno de frescura y sensualidad. Con posterioridad su poesía cambió, abordando temáticas como el desamparo, la soledad, el tiempo y la muerte>>, dice uno de sus críticos.

Juana de Ibarbourou publicó más de treinta libros, la mayoría de los cuales fueron colecciones de poesía, aunque escribió también en prosa, memorias de su infancia, como “Chico Carlo” (1944).
Su gran popularidad la hizo merecedora del título honorífico de <<Juana de América>>, el cual se le otorgó en un acto oficial, realizado en el Salón de los Pasos Perdidos del Palacio Legislativo, el 10 de agosto de 1929, el cual fue promovido por poetas ya consagrados, como Juan Zorrilla de San Martín y el mexicano Alfonso Reyes, entre otros grandes de América.
 HONORES  y  MEMORIA
Título de <<Juana de América>>, en 1929.
En 1937 se le otorga la Orden del Cóndor de los Andes, de Bolivia.
El 3 de octubre de 1947 fue designada para ocupar un sillón en la Academia Nacional de Letras del Uruguay. ​
En 1950 fue elegida para presidir la Sociedad Uruguaya de Escritores.
En 1955 fue premiada por su obra, en el Instituto de Cultura Hispánica, de Madrid.
En 1959 se le concedió el Gran Premio Nacional de Literatura, otorgado ese año por primera vez.
Al morir, el 15 de julio de 1979, fue velada en el mismo Salón de los Pasos Perdidos en que fue nombrada «Juana de América». El gobierno del momento dispuso un día de duelo nacional y fue enterrada con honores de Ministro de Estado, siendo la primera mujer en la historia del país  a la que se le otorgó tal distinción. ​
Actualmente el nombre de Juana de Ibarbourou está presente en calles, museos, plazas, escuelas, liceos, bibliotecas y monumentos de Uruguay, y de otros países de América.
Pero, por sobre todo, está presente en la memoria del pueblo uruguayo, que no la olvida, y sigue recitando de memoria poemas que aprendió en la escuela primaria, como “La Higuera”, o “El vendedor de naranjas”.
Y luego otros textos que se estudiaron en los programas liceales, como este que dejamos aquí para recuerdo y homenaje  a una gran mujer, en el “Día Internacional de la Mujer”.

LA HORA


Tómame ahora que aún es temprano


y que llevo dalias nuevas en la mano.


Tómame ahora que aún es sombría


esta taciturna cabellera mía.



Ahora que tengo la carne olorosa


y los ojos limpios y la piel de rosa.


Ahora que calza mi planta ligera


la sandalia viva de la primavera.



Ahora que en mis labios repica la risa


como una campana sacudida a prisa.


Después..., ¡ah, yo sé


que ya nada de eso más tarde tendré!



Que entonces inútil será tu deseo,


como ofrenda puesta sobre un mausoleo.


¡Tómame ahora que aún es temprano


y que tengo rica de nardos la mano!



Hoy, y no más tarde. Antes que anochezca


y se vuelva mustia la corola fresca.


Hoy, y no mañana. ¡Oh amante! ¿no ves


que la enredadera crecerá ciprés?


                                                    **



                                                                                                            Wilson Mesa, marzo 2018

Fuentes de información _
https://www.biografiasyvidas.com/biografia/i/ibarbourou.htm

https://www.escritores.org › Biografías


Libro – “Al encuentro de las Tres Marías”, de Diego Fischer.

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Imágenes – Extraídas de Internet.


Artículo publicado en la Revista CENTRO, del Centro Comercial, Industrial y de Fomento de Atlántida -N° 102, del mes de marzo 2018

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