Carta minuana
Esta ciudad de Minas duele tanto
o un poco más tal vez
que lo de siempre. Es un sordo dolor
aquí en las tripas -en el sexo- en las uñas
en la última vértebra
en el sueño que a veces no aparece
o en aquella mujer que muchas noches
pasó ante mí sin detenerse.
Es un sordo dolor que no puedo
compartir
y que tal vez pudiera
predecir
que me gusta tener como un secreto
pero es mucho mejor que todos sepan
todos miren y oigan
todos ustedes
la voz de una ciudad que duele tanto
con un dolor miseria
dolor de gozo -o canto-
de la tierra.
Para empezar
tuvo hace muchos años un gaucho-prócer
que ahora es prócer-bronce
gaucho-piedra
que gotea soledades y a veces llora
sin que nadie lo vea.
Hay después
una iglesia que trabaja por dinero
como un supermercado
de sábado y domingo
y si quiere que Dios lo atienda entre semana
debe usted mostrar que tiene
suficiente abolengo.
Las calles
fueron hechas en España
por eso puede ver que son angostas
y siempre tenga ojo en las esquinas
o encontrará el destino
contraflecha.
Minas ostenta
algo que llaman Teatro Lavalleja
refugio de palomas y parejas
es un lindo lugar pero qué lástima
no se lo mostrarán más que por fuera.
Después -usted ya sabe- está la gente
eso se nota en cuanto llega que
lo miran desnudando
lo desnudan en cada esquina
y después lo dejan
para que vaya solo dondequiera.
Sabrá que hay un lugar
coto de caza
o criadero -tal vez- de una racita
un productito caro
y muy escaso.
Es un club -exclusivo- según dicen
(en eso son sinceros)
con bailes traje-largo traje-negro
traje-mejor-pagado
de-etiqueta
y no vaya a pensar que allí cualquiera entra
sólo los buenos niños
de las buenas familias
que pagaron la cuota
de membrecía.
Pensaba hablarle
de otras cosas y ya ve
se me ha olvidado.
Quisiera que recuerde que en las fábricas
trabaja gente de otra clase
gente-sudor
gente-pandecadadía
gente que usted verá
si va donde verdaderamente
está Minas.
Esa gente es la mía.
También se me olvidó
hablarle de la luz que arde
en las sierras
debe salir y ver
-nada más le diré-
si se da cuenta
cuando me escriba me dirá
qué bella.
Por eso este dolor aquí en las tripas
Minas es para mí
como una hermosa mujer
frígida
jamás la gozaré o nos gozaremos
jamas me gozará
pero a pesar de todo
nos queremos
y es imposible olvidar
que nos olvidemos
ni del primer abrazo
ni del dolor primero.
Esta ciudad de Minas duele tanto
o un poco más tal vez
que lo de siempre. Es un sordo dolor
aquí en las tripas -en el sexo- en las uñas
en la última vértebra
en el sueño que a veces no aparece
o en aquella mujer que muchas noches
pasó ante mí sin detenerse.
Es un sordo dolor que no puedo
compartir
y que tal vez pudiera
predecir
que me gusta tener como un secreto
pero es mucho mejor que todos sepan
todos miren y oigan
todos ustedes
la voz de una ciudad que duele tanto
con un dolor miseria
dolor de gozo -o canto-
de la tierra.
Para empezar
tuvo hace muchos años un gaucho-prócer
que ahora es prócer-bronce
gaucho-piedra
que gotea soledades y a veces llora
sin que nadie lo vea.
Hay después
una iglesia que trabaja por dinero
como un supermercado
de sábado y domingo
y si quiere que Dios lo atienda entre semana
debe usted mostrar que tiene
suficiente abolengo.
Las calles
fueron hechas en España
por eso puede ver que son angostas
y siempre tenga ojo en las esquinas
o encontrará el destino
contraflecha.
Minas ostenta
algo que llaman Teatro Lavalleja
refugio de palomas y parejas
es un lindo lugar pero qué lástima
no se lo mostrarán más que por fuera.
Después -usted ya sabe- está la gente
eso se nota en cuanto llega que
lo miran desnudando
lo desnudan en cada esquina
y después lo dejan
para que vaya solo dondequiera.
Sabrá que hay un lugar
coto de caza
o criadero -tal vez- de una racita
un productito caro
y muy escaso.
Es un club -exclusivo- según dicen
(en eso son sinceros)
con bailes traje-largo traje-negro
traje-mejor-pagado
de-etiqueta
y no vaya a pensar que allí cualquiera entra
sólo los buenos niños
de las buenas familias
que pagaron la cuota
de membrecía.
Pensaba hablarle
de otras cosas y ya ve
se me ha olvidado.
Quisiera que recuerde que en las fábricas
trabaja gente de otra clase
gente-sudor
gente-pandecadadía
gente que usted verá
si va donde verdaderamente
está Minas.
Esa gente es la mía.
También se me olvidó
hablarle de la luz que arde
en las sierras
debe salir y ver
-nada más le diré-
si se da cuenta
cuando me escriba me dirá
qué bella.
Por eso este dolor aquí en las tripas
Minas es para mí
como una hermosa mujer
frígida
jamás la gozaré o nos gozaremos
jamas me gozará
pero a pesar de todo
nos queremos
y es imposible olvidar
que nos olvidemos
ni del primer abrazo
ni del dolor primero.
..................................***................ wilson mesa
Reg. en AGADU (Asociación General de Autores del Uruguay)
Nota _ Este poema data de la década del 60, por lo que tiene algunos anacronismos,
como el hecho de que el Teatro Lavalleja hoy está restaurado y funcionando.
como el hecho de que el Teatro Lavalleja hoy está restaurado y funcionando.
1 comentario:
El comentario de que es de la década del 60 me aclara un poco la visión que de nuestra querida ciudad tienes. ¿ No crees que ahora es distinta? por lo menos así me parece ahora... si fuera así, estaría bueno que le escribieras otra. cariños
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