3/9/21

ANA MONTERROSO DE LAVALLEJA – UNA HISTORIA DE AMOR Y DE CORAJE

 

ANA MONTERROSO DE LAVALLEJA

UNA HISTORIA DE AMOR Y DE CORAJE

Ana Micaela Monterroso Bermúdez de Lavalleja nació el 3 de setiembre de 1791; en la calle actualmente denominada Sarandí, a metros del Portón de San Pedro, en la ciudad de Montevideo.

Su padre, Marcos José da Porta Monterroso, era natural de Fefiñanes en Galicia. Era gallego de noble cuna, hijo de Francisco da Porta Monterroso y de Tomasa de Viñas y Santiago, con derechos de primogenitura en Cortes de Galicia.

Don Marcos Josè Monterroso (desapareció el apellido da Porta) fue Depositario General del Cabildo, comerciante y fianza de Martín José Artigas el padre de José Gervasio Artigas.

La madre, Juana Paula Bermúdez Artigas, nacida en 1758, era una criolla prima de José Artigas y prima también de quien fuera el secretario de éste, Miguel Barreiro.

Juana Paula se casó con Marcos José Monterroso, el 2 de agosto de 1779. Del matrimonio nacieron siete (7) hijos.

Ana Micaela creció en el seno de una familia que siempre apoyó las causas independentistas y tuvo seis hermanos, entre los que se contó el clérigo de la independencia y estrecho colaborador de Artigas, José Benito Monterroso

Eran los Monterroso, familia de alcurnia, buena educación, notorias influencias y fortuna, a lo que Ana une genio y vehemencia, este sería el posible origen de la famosa “date corte Juan Antonio no te quedes atrás”.

 CASAMIENTO DE LAVALLEJA CON ANA MONTERROSO

 Juan Antonio Lavalleja se casa con Ana Micaela Monterroso y Bermúdez, el 21 de octubre de 1817, en la Villa de la Florida. Al no poder estar presente el novio, lo representó su jefe, Fructuoso Rivera.

Según Isidoro de María, cita que repite Salterain, el padre de Lavalleja se opuso a la boda, por ser los Monterroso insurgentes y liberales, pero está probado que don Manuel Pérez había fallecido en 1800, mucho antes del casamiento.

Ricardo Goldaracena –a su vez- se opone a la leyenda de que Lavalleja estaba sujeto a la voluntad de su mujer y dice “a Lavalleja no lo gobernaba su mujer, Lavalleja formaba con ella una unidad inseparable que para nada puede resultar insólita a quien esté dispuesto a entender que el amor y la comprensión son capaces de obrar milagros en una pareja”.

HIJOS DE ANA MONTERROSO Y JUAN ANTONIO LAVALLEJA

De este matrimonio nacen 12 (doce) hijos

Rosaura, que nació durante el cautiverio de Lavalleja en Isla Das Cobras;

Elvira, nació también en Brasil y murió siendo niña.

Egidio, nació a bordo de la embarcación que los traía a suelo oriental después de la prisión en Brasil.

María Tomasa.

Ana, que nació en Buenos Aires el 12 de octubre de 1825, el mismo día en que Lavalleja vencía en Sarandí; 

Juana.

Adelina.

Elvira, en ella repiten el nombre de la segunda hija fallecida muy pequeña.

Ovidio, que murió muy jovencito;

Francisco, que falleció sin hijos.

Juan Antonio.

 y Constantino.

 MUJER DE CORAJE A TODA PRUEBA

 El 3 de abril de 1818 una fuerza portuguesa hizo prisionero a Juan Antonio Lavalleja, en las márgenes del arroyo Valentín (Salto).

Ana Monterroso se encontraba en el campamento de Purificación junto a otras mujeres orientales cuando su esposo cayó prisionero. Por ese entonces, Artigas había dado la orden de que todas las mujeres pasaran a Concepción del Uruguay, ante el peligro de que los portugueses llegaran hasta allì.

Ana Monterroso solicita -y obtiene- permiso de Artigas y del mando portugués para acompañar a su marido ya prisionero, a Río de Janeiro, embarcando en la misma nave que lo llevarìa.

Junto a Lavalleja fueron prisioneros Fernando Otorgués, Manuel Francisco Artigas, Leonardo Olivera y Andresito (Andrès Guacurarì, quien incluso muriò en Rio de Janeiro).

Hay que imaginarse semejante situación; en plena guerra contra el invasor uno de los capitanes principales de Artigas (Lavalleja), cae prisionero y su esposa solicita ir con él adonde lo llevaran; sin medir consecuencias y sin conocer el futuro que los esperaba. A puro coraje y decisión.

El comandante de la Armada portuguesa en el río Uruguay, Sena Pereir,a permite el embarque de Ana Monterroso y de una hermana de Lavalleja.

Pedro Montero López recrea la escena, a bordo de la goleta “Oriental”:

“…las señoras fueron alojadas con todas las comodidades… se consideró deber, mostrarse con el prisionero caballeresco y generoso, quitándole los hierros… quedó completa y agradablemente sorprendido y agradecido viéndose dentro del camarote de aquella embarcación y mirando aquellas dos señoras durmiendo tranquila y plácidamente, con toda decencia y decoro y que fueron despertadas de improviso por el mágico sonido de la voz del esposo y hermano, se precipitaron como pudieron sobre el feliz prisionero, que las recibió en sus brazos…” .

Despuès cambiaron de barco y el transporte hasta Río de Janeiro fue a bordo del “Reina de Portugal”.

En Río de Janeiro los alojaron en la Isla Das Cobras. La isla es pequeña y se encuentra en el centro de la Bahía de Guanabara; muy posiblemente se usara para cuarentena y no como alojamiento de prisioneros.

En la entrada de la Bahía está la fortaleza de Santa Cruz y es allí donde alojaron los prisioneros.

Los recibió el Regente de Portugal, Juan VI, en cuya capilla se bautizó la hija mayor de Lavalleja, Rosaura, el 13 de abril de 1819. Fueron sus padrinos el conde y condesa de Viana.

La segunda hija de Lavalleja, Elvira, nace el 3 de junio de 1820 y fue bautizada en la Iglesia Matriz de Río, siendo sus padrinos, Francisca Lavalleja y Manuel Menezes y Castello Branco, hijo del conde de Viana.

Luego, en el viaje de retorno a Montevideo, nace frente a la Isla de Lobos, Egidio, tercer vástago de los Lavalleja Monterroso. Significa entonces que el prisionero fue un internado, que permaneció con su familia, dejando de lado la “leyenda negra” de malos tratos.

El conde de Viana, comandante de la Marina portuguesa se interesa por los prisioneros y lleva a término la misión que Artigas encomendara al Chasque Francisco de los Santos de llevar dinero para pagar rescate por los prisioneros y obtener su libertad en 1821.

Todo lo anterior habla del respeto que se le tenía a Lavalleja y su familia por parte de sus captores.

De regreso a Montevideo en 1821, Juan Antonio Lavalleja fue nombrado como 2º. Jefe en el Regimiento de Dragones, al mando de Fructuoso Rivera. Recibió un empleo de administrador de bienes intestados, por iniciativa de Nicolás Herrera y se instaló en el Rincón de Miguel Zamora, en Tacuarembó.

Luego viene lo más conocido en la vida de Lavalleja, la Cruzada Libertadora y demás sucesos que lo elevaron a la categoría de héroe nacional.

“DATE CORTE JUAN ANTONIO”

En un texto de Omar López Mato, este expresa sobre el matrimonio de Lavalleja con Ana Monterroso, quien “lo había acompañado a la prisión y que empujaba su carrera política con esa frase que haría historia: ‘Date corte, Juan Antonio’.

Ana Monterroso era una mujer de palabra, pero sin cartas; pocas son las esquelas entre Juan Antonio y ella. Pero subsisten testimonios que la retratan como inteligente, vehemente y sobre todo consustanciada con el destino de su esposo.

En palabras de Benjamín Poucel, Anita era <<el alma de la espada del general’, aunque más de una vez fue ella la misma espada que cortó alianzas y armó revolución contra el hombre que la había conducido al altar, el compadre Fructuoso Rivera (1832) >>.

La familia Lavalleja – Monterroso, al volver de sus exilios en 1821, en 1827, en 1835 y en 1851 se instala en la llamada “Casa de Lavalleja”, actual propiedad del Museo Histórico Nacional en calle Zabala entre 25 de Mayo y Cerrito.

En esa casa fallece Ana Monterroso, el 28 de marzo de 1858. Juan Antonio Lavalleja había fallecido el 23 de octubre de 1853, en el Fuerte, antigua Casa de Gobierno y Residencia de los Gobernadores Españoles, ubicada en el espacio que hoy ocupa la Plaza Zabala.

RESTOS MORTUORIOS

En Minas, a través de distintos actores, se intenta traer los restos de Lavalleja para que descansen definitivamente en la tierra que lo vio nacer.

Hasta ahora esos restos permanecen en la Catedral de la Inmaculada Concepción y San Felipe y Santiago de Montevideo, o sea la Iglesia Matriz. 

                                                                                               WILSON MESA

 Fuentes de Informaciòn-

Florencia Fajardo Terán; Aníbal Barrios Pintos; Pedro Montero López; Isidoro De María; Omar López Mato.

 Imàgenes - Retrato de Ana Monterroso – Autor desconocido - Carbonilla sobre papel-. 56x43,5 cm,- Museo “Casa de Lavalleja”, Montevideo.

Retrato de Juan Antonio Lavalleja – Al carbón – Autor J. Fanzi. 1874. – Museo “Casa de Lavalleja”, Montevideo.

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